viernes, 28 de octubre de 2011

lunes, 24 de octubre de 2011

Texto de texto de texto detesto el texto

Un fuerte golpe a mi corazón haría estallar el muro que se esconde dentro mío..
¿Brillarán mis ojos en este momento? ¿Cómo me vera la soledad?
La luna, toca mis pies, los ensucia con una ceniza blanca.
 ¿Donde estás? 
Las flores pueden fallar.
¿Donde estás?
El golpe. Sólo esperamos el golpe.


martes, 11 de octubre de 2011

Casi era un día perfecto

Casi era un día perfecto, de casas muy viejas con tejados sucios.
Casi era un día perfecto con los párpado llenos de nubes, y las pupilas cargadas de agua.
Casi era un día perfecto de zapatos bajos, pantalones rotos.
La acera húmeda, llena de pasos inseguros. Perpetuo aroma a café en todos los rincones de la ciudad.
Casi era un día perfecto de rostros desconocidos, y autos con luces encendidas en pleno día.
Casi era un día perfecto para hacer el amor. Desarmarse a besos, penetrarse de abrazos y suicidarse de placer.
Era casi un día perfecto.
Fantástico.
Poético.
¡Exquisito! casi tanto como un cadáver.

viernes, 7 de octubre de 2011

Semana del fin



Domingo 2 de octubre: 
  • Sería perfecto poder mirarte a los ojos sin flaquear.
  • Papá dijo que me extraña mucho. 
  • ¿Mis creencias están erradas? 
  • Mis errores están cerrados.
Viernes 7 de octubre: 
  • El techo de casa está lleno de agua de lluvia. Respiro sólo ahí. 
  • Nosotras ya no-amamos.
  • Comprar muchos cuadernos vacíos para no tener que salir a la calle. 
  • Mamá se va. Yo, intente sonreír.
    Acá
    Poder mucho
    Respiro, no-amamos. 
    No tener. Intente.


      martes, 4 de octubre de 2011

      Fallar


      Consumir.
      Aquel infierno encantado fundido en llamas de ilusiones quebrantadas. 
      Consumir de las propias cenizas. 
      Consumir los restos de besos que olvidaste sobre mi piel.

      domingo, 2 de octubre de 2011

      Día 16 de mayo de 1973

      Una de esas muchas fechas
      que ya no me dicen nada.
            
      A dónde fui ese día,
      qué hice, no lo sé.
      Si en los alrededores se hubiera cometido un crimen,
      no tendría coartada.
            
      El sol brilló y se apagó
      sin que yo me diera cuenta.
      La tierra giró
      y no lo mencioné en mi diario.
            
      Preferiría pensar
      que morí brevemente,
      y no que nada recuerdo,
      aunque viví sin pausa.
            
      Pues si no fui ningún fantasma:
      respiré y comí,
      di pasos
      que se oían
      y las huellas de mis dedos
      tuvieron que haber quedado en las puertas.
            
      Me reflejé en el espejo.
      Llevaba puesto algo de algún color.
      Y seguro que hubo gente que me vio.
            
      Quizá ese día
      encontré algo que había perdido antes.
      Quizá perdí algo que encontré después.
            
      Me embargaron sensaciones, sentimientos.
      Ahora todo eso es
      como puntos entre paréntesis.
            
      En dónde me metí,
      en dónde me enterré,
      en verdad no es un mal truco
      perderse a una misma de vista.
            
      Agito mi memoria,
      tal vez algo en sus ramas,
      adormecido por años,       
      salga de pronto volando.
      No.
      Evidentemente exijo demasiado:
      tanto como un segundo.
            

      De "Fin y principio" 1993    - Wislawa Szymborska