sábado, 27 de septiembre de 2014

Restos






XXV
Estoy infectada
de todo esto que no
existe. 

XXVI
 El sol es un
espacio de fuego.


XXVII
Cuando no estás.
Estoy deshabitada.
Sos el hilo que me 
conecta a todos los 
espacios habitados.


XXVIII
Todo
es una pieza 
que yo necesito acomodar.
 Una abajo de la otra.
 Una encima de la otra.
Una atrás de la otra.
XXIX
 El otro día 
quise llorar. 
Tan fuerte, 
tan dolido. 
Qué me hubiese 
arrastrado por 
el piso.

XXX
 Si yo quiero
puedo hacer que todo
parezca terrible.
Irrevocable. 

Insostenible.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

III

(Como lo escribí)
Les recomiendo  leer esto con los ojos cerrados.


Hay tres agujeros negros
Suenan como las olas en el mar.
Adentro del mar.
Las manos en la cara.
Los pies están manchados.
Los pensamientos son campanas
de color celeste.

Yo te veo.
Reír, cantar, bailar.
Pero no te veo llorar
Las manos en la cara.


Yo te siento deambulando,
rozando, tocando, el pasillo
del cansancio.

Y siento, y siento, y siento
a los fantasmas ponerse de pie en
otra dimensión.
Me voy armando, picando, sacando.

Me paro en ese punto exacto entre
un mundo y el otro.

No me animo a decirte que con los
ojos entre abiertos veo la sombras
de estos fantasmas ¡y son flores!


Flores de primavera. Flores sucias.
Sucias. 
como mi boca.
No estoy pintando. Estoy mirando.
Mirando un electrocardiograma computarizado.
Mi corazón. Funciona, y el papel con forma
de línea ya no es erróneo.
No espero en salas oscuras pero quiero gritar
porque las flores. 

No me animo a decirte que
siento una desesperación que tiene tiempo.
Que esta cerca y me empuja y me golpea.
Estoy gestando paisajes perfectos.
Que viene en línea hacía acá.


Las flores están creciendo
y vienen por mí.