jueves, 23 de marzo de 2023

Veinte por ciento

 {Antes éramos enteras

Ahora queremos ser otras}

Veinte por ciento.

Las hermanas


Ahora, nos lavamos la cara tres veces.

Por el padre, por el hijo, por el espíritu Santo.

Nos cortamos el pelo,corto.

Tan corto, como si quisiéramos arrancarnos una parte nuestra. Con furia.

Algunas se maquillan los ojos, para que no se note tanto.

Algunas usan tu ropa.


Nos miramos en silencio, nos quedamos en silencio

Ahora ya no reímos casi nada.

Nos preparamos para trabajar, con apuro y dolor. Nos vestimos de blanco, el uniforme, queremos ser otras.


Algunas ya no nos pintamos, queremos estar limpias de cualquier cosa

Algunas no usamos tu ropa. 


En el silencio jugamos, entre nosotras siempre sabemos quién lloro

Ahora seguimos estando lejos, no queremos ir a los espacios de dolor

A la casa de Luto.


Todas nos lavamos los dientes de forma frenética

Dormimos porque tenemos que dormir.

Comemos porque tenemos que comer

Horas, horas y horas de ayuno

No tenemos hambre.

El vacío nos llena

Ninguna quiere mirar al espejo.


Ahora vemos fotos para entender el antes

¿Quienes éramos?

Nos vemos sin entender que somos exactas

Enteras. Perpetuas en una imagen


Antes cuando te fuiste te buscamos en todo, en sueños, en piedras, en árboles, en guantes, en olores, en casa.

Ahora buscamos a cada una de nosotras, queremos ser sombras por eso destruimos cada hora lo que fuimos.

Queremos ser de otras formas; estúpidas, que no significan nada.

Vamos derecho esperando que los días pasen rápido, sin hacer mucho ruido, sin mucha cháchara para que no se despierte la ira.

Ahora hablamos constantemente de la muerte, se nos escapa por todos lados.

Está ahi, atras mío, adelante mío. Conmigo. Con ellas.

No queremos nada y queremos todo.


Ahora estamos solas

Acompañadas por mensajes de texto:

¿Estás ahí?

¿Están ahí, todo bien hoy?

Sigan aguantando. Silencio


Silencios de días y días

Ahora, yo. Con el cortisol alto, con los huesos que se asoman

Con los pantalones que se aflojan, haciendo agujeritos en el cuero del cinto con tu cuchillo. Pero con la ropa lo más grande posible. 

Ahora yo, mirando por la ventana. Es de día. Es de noche

No quiero salir. No quiero aire entrando por la ventana

Es de día. Es de noche

Inmóvil.


Ahora quiero ser otras

Ellas también quieren ser otras.

Ahora todos los días nos levantamos a ser otras. No es real, al menos no para cada una de nosotras.

Ahora vamos a seguir mutando

Cambiando todo: las cortinas, los muebles, el pelo, la ropa, los gustos, los tonos, la cama, los programas de television, las formas de llorar, de girar.

Todo, absolutamente, todo.

Con tal no sentirnos. Irrompibles

Después: quizás ocasionalmente podríamos recordarnos en las fotos.

Antes, ahora, después: silencio.

Treinta por ciento

 Treinta por ciento. 

El padre.



25 de Junio 2019.

Estas muerto. 


28 de Junio 2019. 

Unidad de traslado. 

Velocidad maxima 110.

Estás en un cajón. 

lunes, 24 de febrero de 2020

Uno



No nos veo.
Estamos
negros y azules cuando cierro los ojos.
No nos veo, pero te imagino.
Los límites. 
No nos veo
es que nunca te vi.
Estamos; ¿me estás llamando?
A veces quiero decirte
Decirte. Verte.  
Los límites.
Estamos; ¿te estoy llamando?
Te veo en esta oscuridad
inmensa.
Nos quiero morder.
¿Estamos?
Sólo un dibujo en los pasillos
de la mente.


jueves, 24 de octubre de 2019

Lorelei

No es noche ésta de ahogarse:
luna llena, reacio
río bajo luz suave,
acuosas nieblas bajan
tupidas como redes
cuyos dueños reposan,
traduciéndose en vidrio
lúcido mientras flotan
las torres del castillo
hacia mí hiriendo el rostro
del silencio. Ascienden
sus miembros poderosos
y álgidos, pelo grave
más que mármol, y cantan
de un mundo más amable
que ninguno. Estos cantos,
hermanas, sobrepasan
al oído gastado
que aquí, en el campo, escucha
bajo el orden impuesto.
La armonía caduca
el orden que vosotras
sitiáis con vuestras voces.
Vivís entre las rocas
de oníricas promesas
de refugio. De día
bajáis de la pereza,
de altas ventanas. Peor
que vuestro enloquecido
canto o mudez. La voz
de vuestro fondo llama:
embriaguez del abismo.
Oh río, veo tu larga
y honda línea argentina,
esas diosas de paz.
Piedra, piedra, me abismas.