sábado, 26 de febrero de 2011

Ella se fue

Ésta tarde escribí esto, no sé bien como, pero pareciera el comienzo de una historia.

Parte uno
Sin final

Parecía cansada y perdida.
Sus ojos fríos, no decían nada. De modo que tal vez no había nada que decir, la ausencia de palabras se despliega en su cuerpo.
Seguía perdiéndose en mundos que no existían, se adentraba, arduamente, en personas que no existían.
Ella sólo quería cruzar el mar,y en sueños le gritaba al cielo nocturno que por favor no huyera de sí. Entonces el cielo le respondía haciendo sonar todas las estrellas, como si fueran campanas de cristal.
Sonreía. A veces confundía los sueños con las cosas reales, y se preguntaba, ¿Es ésto locura?
Sin embargo no tenía, ni un rayo de miedo, por la locura que acechaba su mente.
En secreto pensaba que era espantoso ver como algunas personas no enloquecían nunca, sus vidas transcurrían en lineas rectas, sin desviarse, jamás.
Personas que no creían que en las nubes había millones de figuras ocultas, y estaba hechas de azúcar.
Personas que no creían que las hojas de otoño eran sueños. Que el arte lo era absolutamente todo en otras vidas, como una expresión única en todo el universo y todas las galaxias.
Personas que no conocían el dolor. El dolor que llegaba hasta el alma, removiendo, todo lo que yacía dentro.
Ella, particularmente, creía firmemente que el dolor era una especia de veneno, una vez que llegaba, anulaba todos los demás sentimientos (todo se reducía al dolor). Mientras pintaba sus uñas de rojo en voz alta decía, en su habitación vacía, yo no sólo le escribo al dolor, no solo lo vivo intensamente, si no que también lo planto, lo cultivo, lo doy vuelta, lo bebo, en vasos llenos en noches oscuras.
Nadie escuchaba sus palabras, era igual que tirarse de un trampolin al vacío.
Lo sabía con certeza, pero igual disfrutaba oír su voz. La hacía sentirse fuerte.
Le gustaba su voz, un poco más, que la tinta fresca sobre el papel. Que siempre estaba dispuesto a escuchar. El papel entendía que no había nada que entender.
No había nada que entender.
El viaje era largo ,como la lluvia, en las mañanas del mes de julio.
La huida era azul, como el mar, en todas las estaciones de todos los años.
Ella en su cuerpo parecía confundida y el presente estaba ausente en sus brazos. Eran los abrazos un regalo que no recibía a menudo.
Miraba fijo los vidrios, y pensaba, en las personas que saltaban desde las ventanas. Sin flaquear, como una tarea fácil, tomaban impulso y daban el salto final. Lo hacían.
En el pasado ella misma había sido una de esas personas, dispuesta a saltar a través de los vidrios.
Hoy en día sólo guardaba besos apasionados en cajas, para que cuando todo el no querer, desaparecierá, alguien quisiera un regalo.
Hoy en día se alejaba de todo y todos por un tiempo. Regresaba, sonriente, mientras un aire de despreocupación envolvia todas las palabras conversadas.
Cerraba los ojos con fuerza cuando pensaba en el pasado, entre colores lograba transformar el pasado en pasado. No se permitía volver atrás.
Su corazón remolineaba y no sabía a quién debía amar en el mundo.
Ella abría nuevos caminos. Los marcaba con fuego.

domingo, 20 de febrero de 2011

miércoles, 9 de febrero de 2011

Está saliendo el sol


A los ojos que se poseen sobre ésto:Se acerca el día en que ya habrás caminando por todos los túneles de tu mente.
Se acerca el día en que ya habrás de saber cuando caer, cuando reír, cuando llorar, y cuando seguir caminando.
Se acerca el día en el que puedas encontrarte en absoluta paz con todo tu ser. El día que vuelvas a la vida, y tu corazón quiera escaparse de tu pecho para volar tan alto como pueda.
Se acerca el día en el cual de adentro mío van a salir fuegos artificiales. De muchos colores. y en todas partes.
¡Fuegos artificiales!


Nota del día: Me marchó. Espero que varios sentimientos se queden en el cajón de mi habitación.
La cordillera me espera. Espero llenar mi interior de aires azules e inventar colores nuevos.
Hasta la vuelta.

domingo, 6 de febrero de 2011

Paz



Nota del día 04 de Febrero:
Acepto que tu amor fue tan real, como mi dolor cuando te fuiste.
De vos no quedo nada.
De nosotros sólo quedó:
Un libro
Una carta
Una película
Una remera
Una pulcera violeta.
Una caja azul.
Aquel amor se fue quedando, en la plaza, en los tronquitos, en tus abrazos, en las calles, en los ojos, en los besos, en tus sueños, en mi pelo, en dos casas desconocidas, en las ventanas, en la televisión. En todos lados fuimos perdiendo la magia. Sé que luchaste por retenerla en tus manos, pero exploto. Exploto tan fuerte, que sólo dejo una huella.
Sólo una huella.
En cuanto a mí, el dolor me venció hasta el alma. Pero seguí, y sigo sanando todas mis heridas.
Caminos nuevos, vientos de esperanza para el corazón, personas diferentes.
Adiós.


Sábado 05 de febrero
Es verano y afuera hace mucho frío.

Veo el viento soplando fuerte, me desaparezco entre hojas, huyendo de mis miedos.
A menudo es como si estuviera ahí. Atrapada.
Un vacío que se asemeja a la paz, mi piel, mis huesos, los besos, todo está muy lejos.
Viajando entre pálidas hojas quiero encontrar la cura para lo que debilita a mi ser.
Sigo respirando mis días: Tiempos difíciles
Días de cielo
Noches de estrellas fugaces
Dejame empezar que quiero correr lejos y rápido. Voy a seguir inventando galaxías para mí


jueves, 3 de febrero de 2011

Save your scissors



Ya no veo corazones latiendo. Veo letras que persiguen letras para formar una frase.
Frases que siguen frases para forma una historia. Intentando construir un camino que nadie puede seguir.
Yo veo almas solitarias, que vagan.
Veo gente que corre, corre y corre, pero no saben a donde van. Sólo corren por que los demás lo hacen. Sus ojos laminados que rebalsan de felicidad o de tristeza, pero en el fondo está el vacío y el miedo. Gente que mira, sin mirar, y se creen videntes.
Veo silencios que rugen y estallan.
Ésta mañana me levante y corrí a la calle. Corrí con fuerza mientras las lágrimas mojaban el borde de mi remera bordo. Corrí con fuerza mientras los poemas se mezclaban en mi cabeza. Por el medio de la calle, mirando a la gente, que nunca me vio, y nunca va a verme.
Respire y seguí corriendo con más fuerza, y las casas comenzaron a explotar. Los colores salían de cada casa que explotaba.
Así construí un camino de ira, y colores brillantes. Que explotaban y dejaban entre ver la daga en mi corazón.
El sol me hablaba al oído, sonreí, a pesar de que mi remera estuviera sucia. Muy sucia de lágrimas.
Las casas siguieron explotando. y los colores siguieron centellando. y la gente, la gente siguió caminando.
Yo solo veo almas, almas asustadas, que corren de un lado para el otro, en círculos, en cuadrados, en triángulos.
Corazones que buscan a otros corazones y estamos todos asustados.
Sólo sé que a las personas las une la desesperación. La desesperación de permanecer solo. La desesperación de la soledad en las noches frías, la desesperación de no tener un abrazo, un beso, un cálido saludo al cruzar el umbral de tu propia casa.
¿A donde ésta el amor? ¿A donde se fue el amor? Sólo encontré personas, que me hablaron del amor, pero el amor, se les convirtió en dolor, y el dolor los convirtió en mentiras, mentiras con forma de persona.
Ahora seguimos respirando, y mirando siempre para el costado.
Respirando, eso no tiene nada que ver con estar vivo. Unidos por la desesperación.
¿Quién se robo el amor?
Respirar no tiene nada que ver con estar vivo.


Nota del día (para los lectores): Salva a tu alma, mirala, buscala, encontrala, perseguila, explotala. Cuida lo que tiene dentro, buscar el amor, no mires para el costado. Mira adelante. Adelante.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Soul


Por favor.
Te ruego, te suplico, ya no quiero éste dolor.
Me duele muchisimo. Muchisimo.
Te ruego, te suplico, andate de mi cuerpo. Andate por que estas debilitando todo lo que soy, y te estas llevando la última luz.
La ultima luz de mis ojos. Ésta vez es verdad, duele tanto, que ya no creo poder seguir soportando.
Te ruego, te suplico, ya no quiero dolor.
Por favor, basta, ya no podés seguir rompiendo lo que está roto.
Basta, por favor.