Carta de amor.

Amor mío:
Han pasado tantos días desde que no estás.
No te puedo encontrar, Es el miedo quien me cobija mientras busco tu sombra en todos los lugares.
¿Cómo puedo olvidarte? Si tu voz esta grabada en mi mente, si mi piel conserva tu olor y mis ojos tu color. Si tus lágrimas son mi dolor y tus caricias están marcadas en mi corazón.
El sol se derrite con el paso del tiempo.
Recuerdo las tardes que juntos pasábamos...El suelo húmedo cubierto de hojas secas. Tus ojos puestos en los míos. En ellos tu alma se reflejaba.
Tu risa, la dulce brisa. Y tus manos, tan suaves, tan frescas…
Rozabas mi piel. Me estremecía, en tu pecho. En tus brazos.
Yo con mi vestido rojo, el que más te gustaba.
Era yo descalza y, vos entrando en mi cuerpo desde la punta de mis pies.
Eras mi espejo, y yo miraba a través de tus ojos.
Eras mi risa y yo sonreía con tu boca.
Sentimientos puros, sueños nuestros.
Nuestro amor tan real como el dolor.
Y no he dejado de pensarte, ni un día, ni una hora, ni un segundo.
Jamás he dejado de pensarte.
Sé que lo nuestro está vivo.
Por que nuestro amor no es pasado, no es presente, no es futuro:
Es un amor sin tiempos, ni límites.
Tus ojos: mi cielo.
Tus facciones: la belleza.
Tus labios: la grandeza.
A vos mi sol, no puedo dejar de amarte.
Me ahogo, es la falta de aire (es la falta de tu olor)
Me hundo en la oscuridad (es la falta de tus ojos.)
Son tus recuerdos, los que me hacen brillar después de llorarte.
Sos vos: mi lucidez y mi estado lúgubre.
Y muchos dicen que debería dejarte ir... pero tus recuerdos me encienden la piel
Me mantienen viva.
Hoy te vuelvo escribir amor mío. Con mi vestido rojo y, mis pies desnudos
A pesar de que no estés, seguimos siendo nosotros, seguimos estando.
Por que tú me llevas dentro. Como yo te tengo a ti.
Tarde o temprano nos uniremos.
Con mí vestido rojo. Te espero...
Y serás vos cuando por mis pies desnudos se encienda tu presencia.
El tiempo se detendrá.
Tu amor volverá.