lunes, 14 de septiembre de 2009

Catástrofe

No podía morir de angustia, pensó en voz alta. Como un hilo dorado el pensamiento siguió vigente. resonando una y otra vez en su cabeza.
Le dolían lugares, que jamás se había imagino que podían llegar a doler. Pero dolían [y mucho]
Mientras el fúnebre sonido de un viejo reloj, dictaba el paso del tiempo, ella seguía pensando que era muy joven para morir de angustia. ¿Y acaso podía su corazón cargado de una tristeza gris dejar de latir? ¿Sólo por angustia? ¿Sólo por dolor?. El reloj taladraba su cabeza. No quería seguir escuchando como el tiempo se iba escapando lentamente de sus manos y seguían corriendo los días, las horas, los minutos. Denotaba el mismo sufrimiento de un piano sonando: Un alma rota en su estado de melancolía más puro y cruel. Como un recuerdo guardado en un frasco de cristal.
Un liquido recuerdo, que se derramó. y a su paso, como un pequeño río, dejó sus huellas en el suelo.
Todo es incierto escribía. La muerte es incierta, como también lo es el color del viento.
Como el sonido de la montaña, Como el verdadero color del cielo.
Es incierto el saber como la luna tiene cicatrices.
Sí, son cicatrices esas que diario derraman luz un poquito más oscura. Tal vez allá sido el fuego quien le quemo la cara en su escape hacía el cielo.
Y el mundo ya no era mágico como lo fue en la infancia, donde todo era colores vibrantes y risas que no tenían fin.
Si ella comenzó a callar fue por que de a poco empezó a entender. Aceptar no es fácil.
Por momentos quisiera mirarse a el espejo y decirse : No llores más, la noche aún es larga y tienes todo un vida por delante para seguir llorando. Pero la sangre no cesaría hasta que ella decidiera curar sus heridas.
Su tristeza podía ser y era infinita, no como ella, y el resto de los seres humanos que son finitos.
Todos tienen escrito su final. Vamos dejando días, sonrisas, sueños, aromas...y habrá personas que te abandonarán. Entonces cada momento vivido, fugazmente se convierte en pasado.
No somos consientes de lo efímero que es nuestro paso por éste lugar.
¿Cuál es el secreto de todo?
Ella sólo podía seguir viviendo.


10 comentarios:

ABRIL dijo...

es precioso....
es justo para este momento, no amiga?
Te quiero Lau =)

AlmaG. dijo...

fantático, me encantoo (L)
sigue así.
Chica de ayer (#)

Débora Sandoval dijo...

Aceptar la realidad no es fácil!

me enknto el escriTo::::

Fko dijo...

Llegue por casualidad, no pude parar de leer, felicidades por tus textos y por de otros tambn, Por poco y me corto las venas!
Saludos desde México, tienes un nuevo lector!

Fko dijo...

Llegue por casualidad, no pude parar de leer, felicidades por tus textos y por de otros tambn, Por poco y me corto las venas!
Saludos desde México, tienes un nuevo lector!

Carla dijo...

Lo malo del dolor es que son solo torturas continuamente , que aparecen en los momentos que saben que nos hacen todavia mas mal de lo que podriamos estar.Y al final todo termina calmandose cuando hemos largado unos cuentos litros de lagrimas saladas.

De todas formas tenia que encontrar una razon o un porque para seguir adelante , para seguir viviendo.


Un beso grande!

Muy linda la entrada ,aunque sea triste y dura.

Anónimo dijo...

Dice "Todo es incierto" pero Johnny Depp se tatuó hace un tiempo "Death is certain". No sé si estarás de acuerdo...

Angie dijo...

Hacía mucho que no te firmaba, la verdad. Pero he seguido pasando y cada entrada me gusta más. Tus textos son hermosos y me siento súper identificada con ellos. Nunca hemos tenido oportunidad de chatear, pero ahora me estoy conectando más seguido y espero poder hacerlo. Un beso =)

Ups quiero estar siempre sedada. dijo...

qe triste eso que escribiste ..
Un besito corazon

Mrs.Hippie dijo...

y el dolor se vuelve nuestro mas fiel compañero del dolor... se convierte en un enemigo que al final hay que tenerlo de buenas... precioso, me encanta, pero creo que todos dejamos nuestras huellas, porque escribimos mensajes que el resto lee, y muchas vuelve a releer, y nos dejan huellas en el alma, para poder salir de éstas, precioso, besotes muchacha adiós!


Mrs. Hippie