No puedo más de nada.
No puedo más de no poder.
Le escribí ayer, [y el mensaje
no se envió].
Si yo tuviese, dentro mío, un montón de edificios
pequeños, en éste momento se estarían derrumbando.
Lentamente. Sería ensordecedor de tanto silencio.
Sería fantástico, el cemento, cayendo,pedazo sobre pedazo.
Cayendo, estrellando, sonando. Como si el
océano se estuviese partiendo en dos.
Una inmensa masa de agua, dividiéndose.
Todos éstos sentimientos te están apretando, tanto.
Qué estás atada y la soga (casi) alcanzo tu cuello.
[No escribas casi, ya te alcanzo, no te mientas]
Y no podes hablar. No podes escribir.
No podes levantarte. No podes tragar.
No podes. No podes hacer nada. No podes.
Esos movimientos involuntarios, por favor. Una mierda.
Una verdadera porquería. Hacía adentro, se dobla de cuerpo.
Se retuerce y grita, y se retuerce con mayor fuerza.
Y se escurre en lágrimas, de domingo a domingo, sin faltas.
Todas las venas expuestas, tus manos como un árbol.
Es el agujero. Te está dañando el corazón.
Es la división de masas. El agua.
Estás atada y la soga ya alcanzo tu cuello.
No podes. No podes más de nada. No podes.
Basta. Alguien va a venir a salvarte.
Qué alguien te ponga un freno.
Basta. Deja de equivocarte, deja de esperar.
Basta. No puedo pensar. No puedo escribir.
No puedo parar. No puedo escribir.
Basta. Mírate, qué vergüenza.
Los cortes, el agua bordeando los círculos de tus ojos,
La laguna mental que te habita no tiene fin, y esas marcas
qué te deja cada cosa que intenta rozar tu cuerpo.
Mírate, qué lastima.
Basta. Qué nadie me toque, qué nadie se acerque.
Es el ahogo de los gritos que ni siquiera te animas a soltar.
Es tu cuerpo, rindiéndose, ante el dolor, de huesos, de ojos,
de cada minúscula parte que lo conforma.
por, según, sin, sobre, manifiesto de la sombras.
Me están ganando.
¿Qué? ¿Quienes?
Siempre me ganan. Pero qué estás diciendo. ¿Quienes?
De nuevo te olvidaste, que acá solamente éstas vos.
No te muevas, no. No lo hagas, de nuevo. Qué no mires para los costados.
No hay nada. No hay nadie.
Es el miedo qué te destruye, es la radiografía de tus noches.
Los días no cuentan, el sol y las flores, y la risa. Nada vale.
Por el reloj avanza, y ahí estás. Sumida en la oscuridad de la noche.
De ahí naces, y ahí te vas a morir.
Basta. Me tengo que rendir.
Abandono o rendición.
Estantes, mesas, libros, espejos, sábanas. Todo está sucio.
Dale, sólo es un paso. La montaña rusa te espera y el destino
es el ¡el fondo!
¿Cómo? Pero. ¿Cómo?
No pongas esa cara, si eso es lo qué estas pensando
hace muchos días.
No. No. Estás errando. Ahí, no.
Qué alguien me silencie.
Qué me desaten las manos si quieren quebrar mi silencio.
Qué me desaten las manos, para escribir,
ésta no es mi verdadera voz.
Hacía abajo, desde la última vez, el camino no ha cambiado mucho.
Ya sabés como es, en linea vertical. Fondo. Suelo. Abajo.
¿En serio? ¿De verdad están diciendo eso?
¿Escuche bien?
No. No escuche. No escuche nada.
Qué me acaricien las pestañas, si quieren
curar mis ojos.
Qué me besen en las muñecas si quieren
sanar éstas venas rotas.
Qué me escuchen cuando hablo ,bajito, esa es la verdad.
Qué me abracen fuerte para que mis huesos
se vuelvan resistentes.
Basta.
Es el apetito por la destrucción.
Me están tirando para abajo, y yo
yo ya no puedo seguir empujando.
Rendición y abandono.
Sonría, el camino no es tan largo.
Línea vertical. Sabe como llegar.
Y cruce. Atraviese la línea, cruce.
1 comentario:
No puedo explicarte cómo me identifico con vos en este texto, y en estos días.
Habrá que seguir, solamente esperando algo nuevo? Y bueno, porque si no es así tampoco quiero seguir.
"Es el miedo qué te destruye, es la radiografía de tus noches." Hermoso.
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