sábado, 7 de enero de 2012

Vorágine

Bien entonces es como si todos los días estuvieras en la misma habitación.
Ordenando las mismas cosas que el día anterior. Escuchando el viento luchar contra los árboles.
Las horas pasan rápido, ni siquiera te dan el tiempo de pensar. Sin construcciones dentro de tu cerebro.
El cuerpo está débil. Nadie parece entender por qué, sin embargo cuando apoyas tu rostro sobre la almohada; la vocecita te dice
tu mente está débil.
Determina,estás cayendo en un espiral de profundos pensamientos sin buscar la salida, sólo cayendo.
Otra noche. Te mastica.
Otra mañana. Te escupe.
Preguntándote en qué calle, en qué escalera, en qué rincón encontras algo que sea real.
El encierro, la ausencia, el silencio, lo oscuro. Te sientan bien, tal vez demasiado. Demasiado para cambiar. Demasiado justo para remover piezas. Demasiado cansado para enfrentar fantasmas.
Todo resulta demasiado, sin embargo deambulas en la nada,en los círculos, en los errores, en las quejas, en lo malo.
¿Cómo poner un punto final? ¿Cómo recuperar toda la energía perdida?
¿Quizás dejando de pensarlo?
 

3 comentarios:

Anniel Greydays dijo...

y asi parece la vida un sueño que tiene la capacidad de volverse cuando quiere una pesadilla, la vida no es más que una niña caprichosa jugando a tomar el té con sus ositos, buscamos demasiado en sus acciones y no nos damos cuenta de lo simple que es vivir y dejarnos llevar por su aliento.
gracias por tu comentario :) me encanto tu texto

Anónimo dijo...

¿te puedo abrazar?

(no por lo de 'dar abrazos porque me diste lástima' -porque no me la diste-, sino porque quiero abrazarte...aunque por ahí es un poco desubicado e invasivo)

Flor Naranja dijo...

La mente tiene que descansar, hay que relajarse.. Pero la mente nunca se calla, y el silencio es aturdidor! Por eso esta semana campo y aves para mi!!! Te lo recomiendo..
Que andes bien! Me encanta esa imagen!