Pensé que iba a ser fácil, tumbada en la bañera y ver la flor de mis muñecas,enrojecimiento, enjuague después del lavado a través del agua clara, hasta que se hundió a dormir debajo de una superficie llamativa como las amapolas. Pero cuando llegó a fin de cuentas, la piel de mi muñeca se veía tan blanca e indefensa que no podía hacerlo. Era como si lo que quería matar no estaba en que la piel o en el pulso fino azul que saltó bajo mi pulgar, si no en otro lugar,secreto, profundo, y mucho más difícil de alcanzar.
Sylvia Plath
Hace silencio. ¡Se pueden romper los vidrios!
Estamos buscando mi mente,yo la escuche, su voz era suave, delicada, me dijo:
Nada me alcanza pues me han crecido alas.
Nada me hiere pues he sanado mis heridas. Duermen ahora en el más profundo silencio.Salen de allí luces sin colores; líneas lumínicas como un aire frío penetrando un cuerpo.
3 comentarios:
Triste.
Muy triste! Pero escribís genial, eso le da mucha emoción.
Besitos!
Que belleza encuentro en tus palabras.. pero son tristes, muy tristes.. espero y deseo que eso que escribes no lo sientas realmente, debe ser una angustia constante...
Besos!
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