martes, 26 de noviembre de 2013

Clemencia

¿A qué punto llegaste?


Cuando te caes de rodillas en el baño.
Y las lágrimas te ensucian, la 
cara, la ropa, las manos.
Las piernas. 
Escuchas esa voz.
Esa voz que es tuya.
Esas manos que se juntan 
formando un sólo puño. 
Grande y cerrado
 tan duro como 
una roca. 
Esa voz pidiéndole a un Dios.
Esas venas que se quiebran 
porque no encuentran la sangre.
Esas rodillas que no pueden
adormecer los golpes anteriores.
Esa voz 
que grita y llora
Que aulla, pidiéndole a alguien
que no existe, que no
la dejen sola. 




martes, 12 de noviembre de 2013

lunes, 11 de noviembre de 2013

Cómo empezar



 XXV
Si pudiera salir del mundo, un segundo, trataría de decirme que existo lo mejor que puedo, 
que lo intento -desesperadamente- una y otra vez. 
 (Pero no alcanza)


XXVI
Soy mitad y el resto no lo digo.
Entre pasillos me muevo con las manos vacías. 
El aullido no cesa; mi corazón aullando amor. 
Soy mitad y el resto escritos que no escribo. 
Soy el dolor 
de todo aquello que no es el cuerpo.





Puede que este oscuro y no encuentre el camino.
Tengo la cara sobre las manos. Las manos sobre la mesa, tengo
todas las venas expuestas esperando
a que me las cortes de un tirón.
Los monstruos invisibles se han puesto de pie. 
Están adentro de la casa, metidos en las paredes, asomándose
en cualquier objeto que me rodea. 
Te ensucie con mis golpes, y te estoy dejando
lágrimas. Camino sobre las heridas que te hice y te abrí.
Veo la sangre y ahora somos un río.
Tus ojos no me buscan y los míos no te encuentran.
Es que me escondiste tu corazón en una caja de huesos.
Es que tus brazos no están al rededor mio y estoy fuera
de si; dentro del no. 
Escucho en el silencio el desprendimiento.
Es que me dejaste afuera y no me atrevo a golpearte la puerta.
Te encuentro conmigo en mis sueños, con flores de otro comienzo. En mis pesadillas
con presagios de un final. 
Volvamos atrás, cuando el sonido de mi silencio
nos empujo a los dos.
Te recuerdo sosteniéndome la cara y es que no entiendo
cómo es que no te asusto. 
Me estoy lavando en lágrimas.
Estoy creyendo que mi escudo es lo suficientemente grande para cubrirme.
Estoy clavándome los vidrios de tu silencio y es que ahora 
no me corresponde hablar.
Volvamos al presente, cuando los cosmos hicieron colapso, y las nubes.
Las nubes quieren llevarme allá.
Decido quedarme quieta, casi invisible.
Esperando.
Esperando que vuelvas a mí. 

sábado, 12 de octubre de 2013

Atrás


LLorar. Temblar. Doler.



Tratar.
Fallar.
Volver.


Escucho los pasos de los recuerdos que siguen ensuciando la pared.
La cama es un lago, las cortinas, el suelo.
Las cartas que duermen en un cajón. La memoria, sin fallas.
Todavía se me quiebra la voz. Pero me gusta jugar con las sombras blancas.
El sol me mira desde afuera en las tardes frías.
Estoy [a]dentro. Acá, sigo atada. Éstas cuatro paredes simbolizan los hierros de mi jaula.
(Miro para afuera desde ésta enorme ventana)
Y ahí, estoy de nuevo. Parada sobre las hojas, casi negras, en el patio por debajo
del árbol de membrillo que plantó Padre cuando yo aún no nacía.
Tengo los ojos brillantes, afilados, y la boca color rojo.
Llevo un vestido, y el viento me golpea las pestañas. Mi vestido baila al rededor de mis piernas.
(Me miro, a través de la ventana)
Estoy [a]fuera.  Y allí, una neblina de brillantina me envuelve. Paz.
Parezco un cuadro. Libre, los huesos de mis hombros vacíos; limpios.
Parezco un cuadro. Sin la marca, sin el tallo inequívoco del dolor.
(Me miro por la ranura que arme, desde abajo de mis sábanas)
[A]dentro. Deje caer mi cuerpo sobre la cama.  El sueño ya no me busca.
Inamovible. Tengo terror a la negrura que escupo por las noches. 
(Me miro desde afuera de mi casa, lejos del patio, de frente en la calle de al lado)
Estoy.  ¿Adentro o Afuera? 

jueves, 10 de octubre de 2013

Octubre


Rojo.
Como la sangre.
Sangre.
Como el amor.

(Dormir con nosotros).

Él no se ata los cordones.
Sabe bailar con su boca entre mis costillas.
Tengo los píes fríos, el viento me asusta.
Él tiene los ojos cerrados.
Me asusta porque sacude todo lo que vive
dentro mio, lo hace rodar, lo envuelve, y
lo estrella contra los muros de mi cuerpo.
Él se entrega el mundo de los sueños. Recibe aire, lo expulsa.
El otro día tuve todas las venas expuestas. Mis manos,
como un árbol.
Él está inmóvil, pegado a mi cuerpo. Su mano se ajusta en mi muñeca.
Hay un círculo de luz solar en el techo. Yo, tengo los ojos abiertos.
Es que quiero girar en tazas gigantes de té. Hasta que todo
lo que me rodea se transforme en un línea recta o cientos de
líneas rectas, llenas de color.
Él se mueve, con los brazos me aprieta en las costillas, arrastrándome a su pecho.
Suspiro, intento escuchar su corazón. No lo logro.
El viento sigue explotando contra toda cosa inmóvil. Siempre queriendo entrar sin permiso.
Estoy de costado, mirando la pared color blanco, algo sucia, demasiado vacía o quizás
demasiado llena. Encuentro, sigo con mis dedos una grieta que rompe con lo blanco.
Camino sobre un hilo quebradizo en la pared.
¡Me detengo!
Él abrió los ojos.
Yo, cerré los míos.


[Dato: Soñé con un niño.
Estaba sentado sobre la mesa.
Tenía puesto un jardinero azul de jean,
y rulos, muchos rulos]

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Corto circuito

3 de Septiembre 2013 

Cuando uno está llegando
a los limites que la piel 
impone, y el fuego ya 
quemado todo. 
Se escucha el estallido
de una  pared cayendo;
y otra pared, y otra. 
Cuando uno está 
bordeando sus propios 
limites, se acuerda
de que existe un Dios.

1 de Septiembre 2013 

Desperté asustada.
Con el mar agitándose dentro
de mi pecho. 
Corrí al baño.
Vómite lágrimas 
ésta mañana. 


26 de Agosto 2013

A  mi también me 
y apena leerla. 
Suenan los candados
enredados en las cadenas.
Mis rodillas. Los besos.


22 de Agosto

Me siento sola en
el mundo. 
Quiero meterme al mar.
Quiero que el agua fría
me saque todos los fantasmas.


30 de Agosto

Necesito más contacto.
Quisiera abrirte los ojos, y 
pedirte que mires los pasos 
que estás dando. 
Quisiera abrazarte más fuerte.
Necesito tu cuerpo al lado del mío. 
Solo es sentarte.  Más contacto.
Necesito más gotitas de amor. 
Quisiera besarte en las mañanas.
Necesito bailar en tus pestañas.
¿Te estaré pidiendo demasiado? 




4 de Septiembre

Hay un corto circuito.
No puedo escuchar la voz.
Tengo miedo, de un apagón general.
No me muevo. No digo nada. 
No quiero quedarme dormida.
Hay un montón de vidrios
clavándose. 
No puedo entender donde estoy parada. 
Quiero cerrar los ojos, y no puedo.
Llevo una cinta,  y no quiero.
Se me escapan los abrazos, y las caricias.
¿Por qué? 
Tengo la boca sucia 
por que no estoy diciendo.
Las palabras no me encuentran.
Me aprieto, me empujo al límite. 
Hay agua en el piso, y los 
cables están demasiado cerca.
Tengo miedo, de una descarga de electricidad.
No me muevo. Me alejo. Me escondo.
Quiero levantar los fierros de mi jaula.
Cerrar los espacios en mi lenguaje. 
No puedo. Las agujas han corrido al tiempo.
Y tengo el corazón en  las manos, de nuevo.
Late rápido. Parece apagarse. Y vuelve más rápido.
¿Qué estoy haciendo?
Hay una escena que me resulta familiar.
No recuerdo bien.
Me estoy mirando desde arriba, con el corazón en la mano.
Aprieto, y siento la fragilidad de éste.
Es tan fácil romperlo, cuando uno lo ha expuesto.
Quiero guardarlo, a la izquierda, cubierto por los huesos.
Pero me siento como un libro añejo.
Golpeada de adentro hacía afuera.
Menos.
Algo que no te alcanza.  Y eso me rompe la piel.
Me rompe el vestido color azul oscuro que llevo.
Soy una herida abierta.
Estoy perdiendo.
Mi piel está rota.
Mi vestido está roto.

[Y yo sabía que esto venía así.
Y vos sabías que esto venía así ]









martes, 20 de agosto de 2013

Rugir

Se arquea el cuerpo
en la vorágine del placer.
El alma rota, los crujidos de
un corazón que ya no late.
Se pudre el silencio
en un grito ausente
La oscuridad del día
detrás del sol anaranjado.
Se funde la razón dentro
de un agujero negro de dolor.
La llama de un cerillo
que jamás se ha encendido.
Desaparecen mis rostros
en aquellas manos que me
han golpeado hasta el vaivén
de la locura.
Se enciende mi cuerpo
tajado como las agujas del reloj.
En el tiempo vacío; bien pensando.
Estallan los vidrios dentro mis ojos.
En los trozos de nubes que el cielo
ha vomitado.
Sobre tu piel, mi agua.
Se arquea la espalda hasta los limites, 
los huesos visibles, se ondulan
por debajo del aire frío. 
Las costillas, el temblor.
Los pies atados con ese
hilo de nieve blanca
que ensucia mi boca.
Que cae de mi boca, las grietas delineando a
 las sombras para llegar al final del camino.


lunes, 5 de agosto de 2013

Domingo

Agustina Dice: 
Consejo Útil: No se olviden de tener el corazón conectado a una fuente de electricidad.


Es verdad que en lo oscuro
hay una confusión de ojos y hojas
campanas dormidas y fuegos miedosos.
Pizarnik.

sábado, 3 de agosto de 2013

Hoy

Mi cuerpo es mio.
No,del dolor.
Mi cuerpo es frío.
Por el temor.
El corazón es mio
Por el amor.

viernes, 26 de abril de 2013

El volumen de una sombra

En el año 2007  me diagnosticaron angustia.
Eso decía el papel cuadradito que tenía en las manos.



Más adelante, Maurice Blanchot, me dijo qué:
Angustia: Horror 
de todo lo que la nombra.
Ella quiere eso, que no se hable de ella, y que,como
en cuanto es ella quien habla, no se diga nada.



Perdí el habla.
La capacidad de saber que sentía.
Me conecte con los silencios, deje de moverme.
Recuerdo mis manos apoyadas sobre mis rodillas. Débiles, por el pulso cansado.
Nunca me gustaron las salas de espera, ni las manos frías de los médicos.
Perdí mis ojos en el abismo que ellos mismos tenían.
Mi ausencia crecía sin frenos. 
Recuerdo mi rostro lleno de lágrimas, y el árbol de sentimientos 
que me crecía en la garganta. Estaba sola.
Me recuerdo cruzando las puertas, apurada.
Apurada para esperar. Para sentarme en las sillas
incomodas de un pasillo oscuro.
Apurada porque alguien me dijera algo. 
Porque alguien pudiese darme una mano, separando
las mías, que las entrelazaba una con la otra, tan fuerte
que solía dejarme marcas.


En el año 2009 me diagnosticaron depresión.
Eso decía el papelito que me dieron, junto con
un estudio de mi corazón.
Mi corazón estaba loco, cansado, apurado.
Quería frenar.
Supongo que quería escaparse de mi cuerpo.
Yo también quería.


Más adelante, Sylvia  Plath, me dijo qué:
"Soy vertical pero 
preferiría ser horizontal"





Asesine todos los sentimientos,
y dejándome sólo dos cosas que
sentir: El dolor y el miedo.
El miedo fue una especie de veneno.
Se me desparramo por todos los huesos.
El dolor empezó a tallarme en silencio.
Hueso por hueso.
Me enferme. Mi cuerpo se enfermo. 
Perdí el habla.
Me encerré. Me calle. 
Me senté durante cientos de horas
en la nada. Mirando ninguna cosa.
En silencio. Recuerdo el peso que sentía sobre
mis hombros. Habían matado todo mi amor.
Todo, en lo que yo creía . Eso había caído a mis pies
y se había encadenado a mis zapatos. 
No podía avanzar.
Todo el amor, estaba muerto.
Alguien mató algo. 
Y algo se empezó a formar dentro mío.
Eran mis palabras, se habían estado acumulando
a lo largo de los años, una encima de la otra
con forma de montaña.
 Mis horas estaban 
casadas con las sombras. 
Algo
empezó a golpearme de adentro para afuera.


"Soy mitad,
y el resto no lo digo".
Levante con todas las fuerzas que nunca tuve,
paredes, y paredes, y paredes  aturdidas de mi silencio.
Ensucie todo.
Me encargue de llevarme hasta el limite.
Porque era ahí donde yo quería estar.
Me empuje, me caí, me golpee, 
me llore, me rogué frenar.
Me seguí empujando.
En el 2010 
Quisieron quebrar el silencio, 
y derribar el castillo que había
levantado con tanto esfuerzo.
Ahí estaba a salvo. 
Estaba sola, pero a salvo. 
Me sentaron. 
Me obligaron.
Me frenaron.
Me arrancaron las palabras de adentro. 
Me recuerdo, sorprendida, ante
mi voz. Quebrada y dolida.
Estaba pudiendo con algo o al menos eso creí.
Ya era demasiado tarde, porque 
las sombras habían crecido tan alto. 
Qué ahora: Mi cuerpo hablaba por mi.
Tal era mi silencio, que se me fue de las manos, hacía
los brazos, las piernas, los dedos, el cuello.
Mi cuerpo hablaba por mi.
No sabía que estaba haciendo,
y no sabía qué tenía que hacer.


Cuando no sepas que hacer: 
Preguntale a Sylvia Plath
Y ella dice qué:
"Morir es un arte,
como cualquier otra cosa.
Y yo lo hago excepcionalmente bien.
Tan bien que parece un infierno.
Tan bien que parece real.
Supongo que cabría hablar de una vocación".


Perdí el contacto
con los sentimientos estaban adentro mío.
Era ahora;  una catástrofe.
Un huracán, un caos, siempre a punto de estallar.
Mi atención se centró en  volver a mi centro,
en  levantar mis muros de no-querer para estar a salvo.
Me perdí.

Entonces, Alejandra Pizarik, me dijo qué:
"El despertar"


"La jaula se ha vuelto pájaro 
y se ha volado 
y mi corazón está loco 
porque aulla a la muerte 
y sonríe detrás del viento 
a mis delirios 
Qué haré con el miedo"





Ciento de voces
conviven adentro mío.
Tengo el cielo, la luna,
el sol, y el mar; agitándose.
Soy mitad, y el resto no lo digo.
Entre pasillos me muevo con las 
manos vacías. 
El aullido no cesa. 
Soy mitad, y el resto
son escritos que no escribo. 
Entre rejas, me oculto.
Me escudo, me pierdo.
Soy la jaula.
Me asesino, me reniego,
me persigo.
Tengo conmigo el dolor 
de todo aquello que no 
es mi cuerpo.
El frío me sella las manos,
tengo los ojos puestos
en la tristeza. 
El aullido no cesa, y no
se cesará porque tengo 
en la boca la sed de amor.

Abril 2013
Viernes 26

Hoy abrí los ojos
y sentí ese tirón
de las sombras ocultas
en las horas. 
Me están buscando, y como las nubes
quieren llevarme allá.

Sigo sin poder hablar.
Por eso escribo.
Me escribo a mí, a ellos, a 
ella, a él.
Sigo sin poder sacar
todo lo que siento para afuera.
Así es el miedo.
Tengo adentro
una primavera 
que siempre está florecida.
No he tenido oportunidad
de enseñarle a nadie,este
jardín maravilloso que
vive conmigo.


Desde que empezó el 2013

Estoy luchando, con
todas las fuerzas que sí tengo.
Para salirme de la jaula.
Nunca en todos éstos años
tuve tantos deseos de salir.
De hablar.
De reírme.
De vaciarme de todo lo que estuve
llena para llenarme de lo que 
siempre me hizo falta:
Amor.

Me tiemblan las
piernas, 
y me tiembla la voz.
Siento los miedos deambulando
cerca mío. 
Si doy mi brazo a torcer,
y cierro el  puño; voy estar a salvo. 
Todo adentro.
Como siempre, la manera fácil.
Pero no puedo, porque 
hace cinco días cuando
alguien me dio la mano.
Me sentí a salvo.
Entonces entendí;
que es afuera donde
tengo que estar.
Quiero luchar con
los dientes, con las manos,
con los brazos, con las piernas.
Me quiero arrancar
la piel; con tal de salir.

Miércoles 20 de marzo
No puedo hablar conmigo misma
porque me estoy ocultando detrás 
de mi lenguaje. 

Viernes 26 de Abril

Estoy con todas
las venas abiertas.
Expuestas a más
no poder.
Hablándome a mí 
a través de mi lenguaje.
Estoy es lo que soy.
Siempre me encuentro
prendida fuego en mis anotaciones.
Es este mi punto de quiebre,
y linea de comienzo.

Mañana

Quiero ser
el pájaro y 
no la jaula.

viernes, 19 de abril de 2013

domingo, 14 de abril de 2013

El vientre del mar


[Se esconde 
en mi vientre.
Lo llevo 
a todos lados
conmigo,
te lo quiero
enseñar.
De a poco.
Por partes.
Llevo el 
mar adentro 
mío
Y tiene un color,
y un sonido; precioso.
Quiero enseñártelo]


Quiero que me pintes la boca, de un color.
Podes elegir el que más te guste. 
Pintame, lento. Suave. 
Podes elegir dos o tres colores, porque quiero que me corras la pintura con tu boca.
Quiero retratar la forma de tus labios, con mi lengua.
Podes morderme acá, despacito. La parte interna de mis labios. 
Quiero que me muerdas fuerte; tan fuerte, que me vea obligada a gemir, a pegarme a tu cuerpo.
Podes escupirme porque deseo tu saliva. 
Quiero que atrapes mi cuerpo en tus manos.
Podes poner tus manos en mi cuello, agarrar mis tetas, apretarme el culo. 
Quiero que me aprietes a más no poder, contra tu sexo. Sentirte hasta las heces.
Podes bajar las escaleras que se esconden en mis costillas, y recorrer mi vértigo hasta encontrarte con la humedad entre mis piernas.
Quiero tenerte adentro mío. Tu piel, sobre mi piel. Más profundo, más adentro. 
Podes desearme con violencia, y tratarme de ese modo, porque así me gusta.
Quiero rozarte, olerte, tenerte, todo. Delicadamente.
Podes gastarme la piel; la sangre. 
Quiero tu fuerza, tu dolor, tu goce. 
Te quiero a vos, con todas tus luces y sombras.
Quiero que me arranques la piel; heme aquí: en el reino de las ansias.


lunes, 1 de abril de 2013

Abril


Sea el pájaro 
y no la jaula.

Tengo todos
los sentidos 
adormecidos
por el amor.

domingo, 24 de marzo de 2013

Domingo



El vértigo recorre mi cuerpo cuando 
se derrumban los párpados. 
Pierdo, en el mareo del mar negro.
Se me escapa un silencio.
Pienso, en la canción que los árboles me tocan.
Nauseabundas son las preocupaciones que 
caminan en el trazo de los pasillos, 
en la línea de las manos.
Tengo la boca sucia, por las palabras 
que no logro decir. 
Tengo flores en las
 emociones de la piel.
Ausencia, de tu cuerpo 
está noche de otoño.
El aire amarillo, los hombros cansados 
por un peso que jamás desiste.
La tristeza no tiene fin y 
mañana por la mañana el espejo 
no podrá decirme de quién es la cara 
que ocupa mi rostro.

viernes, 22 de marzo de 2013

Caminos



Día II: Recuerdo ver mi rostro
lleno de lágrimas ahogando mi
cuerpo. 


Despacito.
Acá estoy.
No entiendo, 
yo a veces
no puedo.


martes, 12 de marzo de 2013

El hueso del dolor

Febrero 21

Llueven universos dentro de mi universo.
Llueven los versos que he dejado sobre mi almohada.
Gritan las voces de los silencios que he regado sobre
los ojos.
Los huesos arden, la oscuridad se torna azul como si
estuviese naciendo del mar, acaricia mis pies. 
Blanca es la sal en la orillas de mi mente, de allí
proviene el ardor de dolor.
Entre la espuma mis manos se desatan. Mi pulso
dicta lo que el corazón no puede decir.
Los árboles (no) me miran desde afuera. 
Les sonrío, cansada. Mientras su mirada
se bifurca dentro del viento que los obliga a bailar.
Me ahogo en ellos. Me hago en mi.

Marzo 12

En el hueso del dolor. 

¿En qué momento
me gaste a tal punto
que me convertí 
en  una sombra?

[A veces las cosas se vencen 
y los castillos se derrumban]

¿Cuando fue qué la soledad
conoció todos mis rostros?
[Acumulación.
De algo, de alguien]

Tengo memoria
(de tus manos).
Y de nada más.

martes, 5 de marzo de 2013

MARZO con M

de «morir es un arte»
[Decimos con Agustina].

"Vení,
 merendate mis ganas de llorar".





Nosotras tenemos 
una lluvia
larguísima adentro.
Una especie de veneno
que se sale de los huesos.
Huele a muerte, se llama miedo.
Un sabor amargo,
de dolor. Qué baila, y se
queda quieto en todas 
las extremidades del cuerpo.
Brutal, pero brillante. 
Nosotras tenemos
la boca con forma de silencio
la voz; que sólo sale de 
nuestras manos. 
La locura, estallando 
dentro de cada vena. 
Sangre roja, vena azul.
El amor. En el centro
como una bala, clavada
en el medio del pecho.
Alguien 
mató algo.
Somos una obra de 
arte  para ver, y 
acariciar. 
Adoptamos la catástrofe 
como estado anímico.
Llorar es un arte
como cualquier otra cosa
Y nosotras lo hacemos
excepcionalmente bien.
Tan bien, que parece 
un infierno.
Lo hacemos para sentirnos
hasta las heces.
Lo ejecutamos para 
sentirlo real.
Supongo que cabría 
hablar de una vocación.

viernes, 1 de marzo de 2013

Contra/Para


Me abriste todas 
las heridas, para sanarlas
con besos. 
Girando dentro de mis venas
Apretando el dolor de mi cuerpo.
Azúcar nocturno, aguja e hilo de
caricias. Las lágrimas derramadas
por el gusano de mi angustia,
Tu lengua inquieta recorriendo
mi vértigo, mi ausencia. Empujándome
contra el abismo de tu cuerpo.
[Somos]Una herida abierta,
de nuestro árbol interior, y la sangre
no tiene frenos; ahora 
somos un río.Un barco que navega 
de noche, jugando con las sombras 
ocultas detrás de lo inhabitable. 
Suspendidas por los miedos pálidos
 y la delicadeza de tus pestañas, 
la luna negra en tus ojos. 
La tristeza rota en los míos, el filo
de mis huesos, cubiertos, por tus manos.
Por tu voz. El brillo de la mía. 
[Somos] Una montaña rusa
de sentimientos. 
Me abriste todas las heridas,
para sanarte. Para salvarme.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Armónico

"Estamos cansados
 de vivir
como vivimos.
Cansados, de intentar
cambiar como vivimos.

 Sentimientos escondidos
debajo de las sabanas;
de la piel. 
 Lánguida  es la
tristeza que nos 
posee.


Estamos atados,
con cables, a cosas, 
a nada.   
Estamos 
como podemos,
o al menos eso 
queremos creer.
 El vacío
nos  ha llenado 
a tal punto, que 
creemos 
estar tibios.



Estamos congelados.
Pétreos ante 
otro cuerpo. 
Ocultos, en cajones,
habitaciones, dentro
de botones. 
Estamos queriendo
 olvidar lo que fuimos.
Pero el cuerpo.
El cuerpo; no olvida.
La delicadeza 
de cada dolor 
desde el comienzo
en los dedos
de los pies. En
el borde  de las manos.
En el infierno
de los ojos. 
Estamos presentes
con una ausencia 
tan concurrida 
que nuestra sombra
se  alarga. 
Mirándonos
del otro lado.
En lo que
a los gritos compete
No existe uno 
tan profundo 
como el silencio". 






miércoles, 6 de febrero de 2013

Fuerza emocional

 [Un absoluto] 



Hace días 
me pregunto
¿Dónde está 
mi fuerza 
emocional?

Hoy.
El silencio,
me contestó.

Mi fuerza 
emocional 
está 
en mi pecho,
a la izquierda.

Una especie 
de ancla
en mi cuerpo.

Un fuego 
imposible 
de extinguir.

Yo. 
Libre,
con las flores
qué se me escapan
de adentro
hacía afuera.

Una lucha
constante. 
Contra la sombras,
que habitan
detrás de
los segundos.

Hoy.
Yo.
Mi fuerza
emocional.
Estallando.
Cómo un 
millón 
de fuegos
artificiales. 
Todos juntos.
Al unisono.

Inquebratable.

(Para:
Juli)

domingo, 3 de febrero de 2013

Meriéndate mis ganas de llorar.

No encuentro mi voz.
Pero me veo; y 
estoy,con todas
las venas expuestas
en ésta voz. 


Coreografía de lo íntimo.

[Justamente acá, 
en este lado del lío, 
es donde yo elijo 
estarte esperando].





Soñé que estábamos juntos
adentro de un caleidoscopio
que no se movía

si el caleidoscopio se mueve, vos y yo nos podemos marear.

marearse es como confundirse
y vos dijiste: eso no puede pasar

algunos días quisiera vivir en un caleidoscopio con vos
y que, de repente, todo se moviera
como una montaña rusa
 con un terremoto emocional


Textos: María R. B.



domingo, 27 de enero de 2013

2013


Quiero llenarme de energía,
esa que pinta los parpados
de color anaranjado.
Quiero juntar las flores de todos
los jardines, y regalármelas.
El aire pulcro, mis ojos pétreos.
Infinito celeste sobre mi, estoy
en cada pájaro cuando sus alas se
abren y vuela.Tan alto como le es posible.
Soy cada espacio de las piedras que el río
recorre. El agua que avanza fuerte,
imposible de frenar.
En lo alto de las montañas, que rozan
las nubes. Filosa, como la lengua y
la palabra.
En lo dulce de noche, y lo frágil de
un diente de león. Estoy en mi cuerpo.
En mi caleidoscopio de creación, buscando
la forma. Uniéndome a los colores.
En el aire tibio que acaricia las venas.
En la sangre. En el corazón, que golpea.
Sin buscar, ni esperar. Sólo respirando.
Soy la sonrisa de los sueños, el brillo
de las nubes nocturnas. Las lágrimas
que llegan al cuello.
Soy. Una obra de arte; para ver y
acariciar.
Lo verde de los árboles, el centro
de los troncos.
El canto de las sirenas en el océano.
Soy los espacios en blanco pero
también quién los llena, y los navega,
lo profundo e infinito.
Lo triste y lo bello.
Estoy.
Conmigo misma.
Estoy sola. Estallando de amor.